Nacido del sueño de un hombre se eleva, en las montañas húmedas del Sur de Colorado, en el San Isabel National Forest, el Castillo de Bishop. Un lugar loco, un lugar sorprendente, un lugar para recordar que los sueños se pueden hacer realidad.

Un castillo loco para un obispo soñador
En el corazón de Cowboy Country en Santa Isabel National Forest (Colorado), apartado de los caminos más frecuentados por los turistas, germinó una hermosa idea: el sueño de un hombre que quiso construir una casa para su familia. De ese modo, en 1969, Jim Bishop comenzó a trabajar en la construcción dándose cuenta, poco a poco que estaba construyendo una especie de ciudadela.

Con sus propias manos elevó una estructura de roca, cemento, hierro y vidrio de 50.000 toneladas y de hasta 160 metros de altura en un terreno que el Obispo había adquirido a los 15 años por 1250$.
El castillo está rodeado de puentes de hierro forjado y escaleras que parecen abrazarlo. Posee vidrieras magníficas que atrapan los rayos de luz en su interior. Sus torres se asemejan a flores que se quieren acercar al sol y la cabeza de un dragón parece avisar al viajero: “Cuidado, lo que vas a ver podría no ser real, pero lo es” como queriendo comunicarnos que la magia existe.
Y como toda obra de arte entre las fronteras del gótico más exquisito y del surrealismo más audaz, sigue sin estar acabada. Talvez porque es una estructura viva…



Jim Bishop y su familia viven en el castillo pero está abierto a los visitantes 24 horas al día los 365 días del año y la entrada es gratuita con posibilidad de aportar una donación.